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El brutalista (The brutalist, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá 2024). Dirección: Brady Corbet. Guion: Brady Corbet y Mona Fastvold. Protagonistas: Adrien Brody, Guy Pearce, Felicity Johnes, Joe Alwyn, Raffey Cassidy y Alessandro Nivola. Duración: 214 minutos.
El brutalista, nominada a 10 premios Oscar, es la película más ambiciosa del actor y director Brady Corbet, nominada a 10 premios Oscar que cuenta la historia de Lászlo Toth, interpretado por Adrien Brody, quien ya ganó dicho premio previamente y va por el segundo, como un arquitecto húngaro que emigra a los Estados Unidos al finalizar la Segunda Guerra mundial. Y completan el elenco Guy Pearce, Felicity Jones nominados como mejor actor y actriz de reparto respectivamente, además de Joe Alwyn, Raffey Cassidy y Alessandro Nivola, entre otros.
La historia, estructurada en dos capítulos y un epílogo, funciona como una versión ficticia y contemporánea de «La agonía y el éxtasis» (The Agony and the Ecstasy, Carol Reed 1965). Ya que se centra en la relación entre Toth y el multimillonario Harrison Lee Van Buren Sr. (Pearce), que lo contrata para que haga realidad su ambicioso proyecto de construir un centro comunitario en la ciudad de Filadelfia, cuyo edificio principal es una iglesia.
En primer lugar, es necesario destacar el tono grandilocuente que elige el director para contar esta historia, heredera de las superproducciones épicas del hollywoodenses de las décadas del 50 y 60 pensadas para competir con la televisión. Lo que puede apreciarse no solo en su duración exageradamente larga, sino también en la espectacularidad de las imágenes en formato Vistavisión, y en la grandilocuencia de su banda sonora, presentada en la obertura, que en la actualidad también se lucen mucho más en las salas de cine que mediante los servicios de streaming.
Un párrafo aparte merecen las actuaciones, en primer lugar de Adrien Brody, protagonista absoluto del primer capítulo, ya que está presente en todas las escenas, con una versión más oscura del Wladyslaw Szpilman que interpretó para «El pianista» (The Pianist, Roman Polansky 2002). Porque vemos a este otro prestigioso artista judío que sobrevivió al holocausto consumir heroína y maltratar a los demás, porque su objetivo ya no solo es la supervivencia, sino poder dejar su legado en este ambicioso proyecto arquitectónico. Llevando a cabo así una competencia de egos desmedidos con su mecenas, que si bien reconoce su talento aprovecha su poder económico para humillarlo tanto en público como en privado.
En conclusión, El brutalista es una película que consagra a Brady Corbet como un heredero de los grandes maestros del cine épico clásico de Hollywood, que no se queda únicamente en la copia del estilo formal, sino que además captura su esencia. Dando como resultado una biopic ficticia, cuya duración excesiva cobra sentido con el mensaje de profunda esperanza cristiana que transmite al final.
PATRICIO FERRO