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Esta crítica fue publicada en la página Locoxelcine.com
Presencia (Presence, Estados Unidos 2024). Dirección: Steven Soderbergh. Guión: David Koepp. Protagonistas: Lucy Liu, Chris Sullivan, Callina Liang, Eddy Maday, West Mulholland y Julia Fox. Duración: 84 minutos.
Presencia es la última película del director ganador del Oscar Steven Soderbergh, que incursiona en el cine de terror con una puesta en escena experimental. Y cuenta con un elenco encabezado por Lucy Liu, acompañada de, Chris Sullivan, Callina Liang, Eddy Maday, West Mulholland y Julia Fox.
La historia se centra en un matrimonio con dos hijos adolescentes, que se mudan a una lujosa casa que es habitada por una presencia fantasmal desde cuyo punto de vista se nos muestran los hechos. Y somos testigos de como Ryan (Mullholand), amigo del hijo mayor Tyler (Madday), intenta seducir a Chloe (Liang), su hermana, que atraviesa un duelo por la misteriosa muerte de una intima amiga suya.
En primer lugar, es necesario aclarar que su director tomó la decisión de puesta en escena de mostrar la película exclusivamente desde el punto de vista subjetivo de la presencia del título. Lo que explica el uso de diferentes planos secuencia, separados por sus respectivos fundidos a negro, que recorren el interior de la casa, como testigos de los diálogos y las acciones de los diferentes personajes, dejando fuera de campo todo aquello que transcurre en el exterior.
Pero el principal problema radica en la falta de información que se le brinda al espectador sobre dicha entidad. Por lo que el misterio pierde efecto especialmente durante la segunda parte, en la que entra en acción, y pasa a convertirse en un experimento cinematográfico compuesto de diferentes travellings complejos que capturan imágenes con un lente gran angular que genera un efecto de extrañamiento constante.
En conclusión, Presencia es una película que cumple con lo que promete, un tour de force contado completamente con el recurso de cámara subjetiva, al igual que en «La dama del lago» (Lady in the lake, Robert Montgomery, 1946). Pero que pierde efectividad con el correr de los minutos, porque la falta de indicios o explicaciones acerca de quien es este personaje misterioso hace que el espectador pierda interés en lo que ocurre.
PATRICIO FERRO