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Pecadores (Sinners, Estados Unidos 2025). Guión y dirección: Ryan Coogler. Protagonistas: Michael B. Jordan, Delroy Lindo, Jack O’ Connell, Miles Caton, Winmu Mosacu y Hailee Steinfeld. Duración: 137 minutos.
Pecadores es otra colaboración entre Ryan Coogler y su actor fetiche Michael B. Jordan en una película de terror. Y tiene un elenco completado por Delroy Lindo, Jack O’ Connell, el debutante Miles Caton, Winmu Mosacu y la actriz nominada al Oscar Hailee Steinfeld, entre otros.
La historia se centra en Smoke y Stack, dos hermanos gemelos interpretados por Michael B. Jordan, que en 1932 vuelven al pueblo de su Missisipi natal para abrir una cantina. Y en su noche de inauguración, son atacados por un grupo de vampiros, liderados por Remmick (O´Connell), que convierte en uno de ellos a cada persona que muerde.
En primer lugar, es necesario destacar la multiplicidad de influencias que sirvieron como referencia a su director, tomando como base el argumento de «Del crepúsculo al amanecer» (From Dusk Till Dawn, Robert Rodriguez 1996) y que se mezclan de manera armónica a pesar de los marcados contrastes. Por eso los acontecimientos que transcurren en el «mundo real» de la primera parte, son interrumpidos por recursos narrativos propios del cine fantástico en la segunda. Pasando del cine de gángsters rurales al terror gore, con diferentes números musicales entre los que conviven el blues y la música irlandesa que se lucen en planos secuencia espectaculares.
Un párrafo aparte merece la decisión innecesaria de utilizar a dos hacer que sus protagonistas sean dos hermanos gemelos interpretados por un mismo actor. Ya que ambos personajes no solo tienen el mismo aspecto físico, sino que sus personalidades son similares y lo único que los diferencia es la gorra que llevan puestas, generando confusión en los espectadores y desperdiciando el carisma de Michael B. Jordan.
En conclusión, Pecadores es una película que sale airosa al correr el riesgo de mezclar diferentes géneros como excusa para dar un mensaje sobre la segregación social, sin dar explicaciones anticlimáticas ni bajar línea. Y si bien resulta confuso que los dos protagonistas sean interpretados por el mismo actor, la espectacularidad de su fotografía, acompañada de la belleza de su banda sonora hacen que valga la pena como experiencia cinematográfica.
PATRICIO FERRO