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Esta crítica fue publicada en la página Loco por el cine: https://www.locoxelcine.com/
Karate Kid: Leyendas (Karate Kid: legends, Estados Unidos 2025). Dirección: Jonathan Entwistle. Guión: Rob Lieber y Robert Mark Kamen. Protagonistas: Jackie Chan, Ralph Macchio, Ben Wang, Joshua Jackson, Sadie Stanley y Aramis Knight. Duración: 94 minutos.
Karate Kid: Leyendas es una nueva película de la franquicia, en la que el Daniel LaRusso de Ralph Macchio, protagonista de la versión de 1984, se une al Mr Han de Jackie Chan, de la versión del 2010, para entrenar a Li Fong, interpretado por Ben Wang. Está dirigida por Jonathan Entwistle, y completan el elenco Joshua Jackson, Sadie Stanley y Aramis Knight, entre otros.
La historia cuenta como Li Fong es un adolescente chino que se muda a Nueva York con su madre, y se anota en un torneo de artes marciales, donde debe luchar contra otro joven que le hace bullying (Knight). Motivo por el que vuelve a entrenarse con Mr Han, su maestro de Kung Fu, quien suma además a Daniel LaRusso para que le enseñe técnicas de karate.
En primer lugar, es necesario aclarar que se repite por cuarta vez dentro de la misma franquicia este argumento, ya que las variaciones son mínimas y los personajes, aunque carismáticos, resultan estereotipados. Porque su director no busca originalidad, sino recurrir a una fórmula narrativa eficaz, que le garantiza al público entretenerse con los diferentes combates y las escenas de entrenamiento.
Un párrafo aparte merece el montaje, que utiliza un amplio abanico de recursos extradiegéticos, como el de la pantalla dividida, que aportan dinamismo a una historia condensada en una hora y media. Y a la vez cometen el error innecesario de hacer aparecer en pantalla los puntos por golpe que suma cada contrincante, porque generan molestia en su afán de resultar didácticos y recurriendo a un recurso propio de los videojuegos.
En conclusión, Karate Kid: Leyendas es un claro ejemplo de que si la historia funciona puede contarse hasta por cuarta vez dentro de una misma franquicia. Y sigue funcionando, porque apunta a la novedad del público infantil en primer lugar, y en segundo a la nostalgia de los adultos que los acompañan al cine.
PATRICIO FERRO