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“El planeta de los simios: la guerra” (War for the planet of the apes, Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda 2017). Dirección: Matt Reeves. Protagonistas: Andy Serkys, Woody Harleson, Steve Zahn, Karyn Konoval, Amiah Miller. Duración: 140 minutos.
“El planeta de los simios: la guerra” es la tercera de una serie de precuelas que explican cómo evolucionron los simios hasta llegar a dominar el planeta Tierra, tal como lo vemos en película en aquel ícono de la ciencia ficción que es “El planeta de los simios” (The planet of the apes, Franklin J. Schaffner 1968), basada en la novela homónima escrita por Pierre Boulle. El elenco está formado por Andy Serkys, Steve Zahn, Karyn Konoval, que interpretan a los simios generados por CGI, y los actores de carne y hueso Woody Harleson y la niña Amiah Miller.
En esta ocasión se nos cuenta el combate que llevan a cargo César, líder de una comunidad de simios, contra un ejército de soldados rebeldes liderados por el Coronel (Woody Harleson) que ven en ellos una amenaza para una humanidad en vías de extinción. Esto se debe a que la historia transcurre en un futuro cercano, en que gran parte de la humanidad falleció víctima de un virus que se propagó entre el final de “El origen del planeta de los simios” (Rise of the planet o the apes, Ruppert Wyatt 2011) y “El amanecer del planeta de los simios” (Dawn of the planet of the apes, Matt Reeves 2014).
Hay que destacar especialmente el trabajo actoral de Andy Serkis, que le imprime expresividad al Simio Cesar, logrando generar la empatía necesaria con el espectador para que este relato sea tomado en serio y no se caiga en algo ridículo e inverosímil como son, por ejemplo, las “Tortugas ninja”. Esto también es posible por el nivel de realismo al que llego la animación digital, donde ya no vemos muñecos, sino personajes cuyo pelo se moja o se cubre de nieve.
Un rol fundamental juega la fotografía, a cargo de Michael Seresin, que recuerda al trabajo de Emanuel Luzbiezqui para “El renacido”(The revenant, Alejandro Gonzalez Iñarritu 2015), porque aprovecha la belleza de los bosques nevados donde transcurre la historia, y a su vez nos los muestra como un territorio hostil donde solo sobreviven los más aptos. A esto hay que sumarle un muy buen trabajo de diseño de producción, en el que el uso inteligente de la publicidad no tradicional nos hace tomar conciencia de que la historia transcurre en un futuro apocalíptico.
En conclusión, con “El planeta de los simios: la guerra”, Matt Reeves vuelve a demostrar que con la tecnología digital al servicio de una puesta en escena bien utilizada se pueden hacer muy buenas películas. Y en este caso la ciencia ficción es el medio para reflexionar sobre el problema de la relación entre dominio y búsqueda de libertad que existe entre las diferentes culturas a lo largo de la historia de la humanidad.
PATRICIO FERRO