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“El rey león” (The lion king, Estados Unidos 2019). Dirección: Jon Favreau. Guion: Jeff Nathanson y Brenda Chapman. Protagonistas: Donald Glover, Beyonce, Seth Rogen, Chiwetel Eijefor y James Earl Jones. Duración: 118 minutos.
“El rey león” es un remake del clásico homónimo de Disney ganador de dos Oscar, y se diferencia de este por cambiar la animación tradicional por una nueva técnica conocida como animación hiperrealista. La dirección en este caso se encuentra a cargo de Jon Favreau, y en su versión original cuenta con las voces de varias estrellas de Hollywood como Donald Glover, Beyonce, Seth Rogen, Chiwetel Eijefor y James Earl Jones, quien vuelve a interpretar a Mufasa.
Este remake respeta la historia original de Simba, un león heredero al trono de su padre Mufasa, que es engañado por su tío Scar, quien usurpa el trono luego de asesinar a su hermano. Es por eso que se exilia fuera del reino, hasta que unos años después se entera de la verdad y vuelve a reclamar el lugar que le pertenece. Es así como esta historia, inspirada libremente en la célebre tragedia de Shakespeare “Hamlet, príncipe de Dinamarca”, adapta a un público infantil una cuestión filosófica tan profunda como es la legitimidad de un gobierno.
Lo primero que hay que destacar de esta película es la técnica de animación hiperrealista utilizada, la misma de “El libro de la selva” (Jon Favreau 2016), de una verosimilitud asombrosa que hace que parezca que estamos viendo paisajes y animales reales que continúan con la tradición de la serie de documentales sobre la naturaleza de la factoría Disney que comenzó con “El desierto viviente” (The living desert, James Algar, 1953). Y si bien el resultado es asombroso estéticamente, muchos de estos personajes pierden expresividad, lo que les juega en contra durante los números musicales, donde la ausencia de primeros planos hace que las canciones que suenan parezcan extra diegéticas en lugar de interpretadas por ellos.
Pero la búsqueda de realismo de esta versión no se limita únicamente a la técnica con la que fue animada, sino que también se puede apreciar en otros aspectos narrativos. Y es así como se reduce mucho la cantidad de gags resaltando el tono épico del relato. Entonces vemos a unas hienas malvadas que ya no funcionan como comic relief, y se siente más la carga dramática del combate final. Por este motivo, el uso de la misma la banda sonora con la que Hans Zimmer obtuvo su único premio Oscar sale ganando en comparación con las canciones compuestas por Elton John y Tim Rice, que podrían no haber estado sin que cambiara mucho el resultado final.
En conclusión, “El rey león” conserva la belleza de aquella obra maestra del cine de animación a la que le rinde homenaje copiando fielmente buena parte de la misma. Pero se propone conseguir una hiperrealidad tanto estética como narrativa, que hubiera resultado mejor si se dejasen de lado los números musicales, y otorgándole a su director una mayor libertad creativa, aunque el costo de esto hubiera sido perder buena parte del público infantil.
PATRICIO FERRO
