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Godzilla y Kong: el Nuevo Imperio (Godzilla x Kong: The New Empire, Estados Unidos 2024). Dirección: Adam Wingrad. Guión: Terry Rossio, Simon Barrett y Jeremy Slater. Protagonistas: Rebecca Hall, Dan Stevens, Brian Tyree Henry, Kaylee Hottle y Fala Chen. Duración: 115 minutos.
Godzilla y Kong: el Nuevo Imperio es la nueva entrega del “Monsterverse”, universo cinematográfico protagonizado por los los personajes del título, que son creados gracias al CGI. Está dirigida nuevamente por Adam Wingrad, responsable de “Godzilla vs Kong” (2021) y completan el elenco Rebecca Hall, Dan Stevens, Brian Tyree Henry, Kaylee Hottle y Fala Chen, entre otros.
La historia, que sirve como excusa para mostrar a los monstruos gigantes peleando, muestra una expedición que realizan los científicos a cargo del cuidado de Kong a la “Tierra hueca” donde habita libremente el gorila gigante. Pero ante la amenaza de una nueva y poderosa criatura, Godzilla acude en su ayuda para combatirla juntos.
En primer lugar, es necesario aclarar que estamos en presencia de un Kaiju, subgénero de la ciencia ficción nacido en Japón, justamente con la primera película de “Godzilla” (Gojira, Ishirô Honda 1954), sobre monstruos gigantes que luchan y destruyen todo a su paso. Pero a diferencia de aquellos cuentan con un presupuesto mucho más abultado, que les permite invertir en efectos visuales que aportan tanto verosimilitud a los monstruos como espectacularidad a las imágenes, con sus movimientos de cámara complejos.
Pero la película vuelve a fallar en la construcción de personajes humanos, con los que los espectadores puedan identificarse, además de ser quienes explican el funcionamiento de universo diegético en el que transcurre la historia. Es por eso que no existe una subtrama amorosa entre Ilene y Trapper, lo que sumado a la verborragia insoportable de Brian Tyler Henry como un fallido cómic relief, los vuelven fácilmente olvidables.
En conclusión, Godzilla y Kong: el Nuevo Imperio es una secuela innecesaria, que con el objetivo de añadir otra película al “Monsterverse”, sube la apuesta al máximo. Pero lo que gana en espectacularidad lo pierde en un desarrollo interesante de los personajes que la hagan resultar entretenida.
PATRICIO FERRO