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“El hombre invisible” (The invisible man, Estados Unidos, Australia, Canadá, Reino Unido, 2020). Dirección: Leigh Whannell. Guion: Leigh Whannell, basada en la novela homónima de H. G. Wells. Protagonistas: Elisabeth Moss, Oliver Jackson-Cohen, Harriet Dyer, Aldis Hodge, Storm Reid y Michael Dorman. Duración: 124 minutos.
“El hombre invisible” es una película basada en la novela homónima de H. G. Wells, dirigida por Leigh Whannell, quien vuelve a fusionar el terror con la ciencia ficción para adaptar esta historia a los tiempos actuales. Su protagonista es Elisabeth Moss como Cecilia Kass, una mujer que es acosada por su ex marido, convertido en el hombre invisible del título. Y la acompañan Oliver Jackson-Cohen, Harriet Dyer, Aldis Hodge, Storm Reid y Michael Dorman, entre otros.
La historia vuelve a tratar el tópico del hombre invisible, propio del cine de ciencia ficción, pero lo aborda desde el terror, ya que en este caso se trata de un científico que finge su muerte para acosar a su ex esposa sin que nadie pueda verlo. Pero nadie le cree, y para peor comienzan a ocurrir una serie de hechos espeluznantes que amenazan la vida de las personas a las que ama.
Lo primero que vale la pena destacar es la elección de Elisabeth Moss como protagonista, quien sabe componer muy bien estos personajes de mujeres que sufren violencia doméstica, como lo demostró también en “Las reinas del crimen” (The kitchen, Andrea Berloff 2019). Porque su aspecto de “persona común” hace que el espectador pueda conectar fácilmente con ella, facilitando la verosimilitud de las situaciones extraordinarias que atraviesa.
Otro aspecto que vale la pena señalar es el uso efectivo de la puesta en escena, especialmente en la construcción de escenas de suspenso, donde el espectador duda si este hombre invisible está o no en algunos espacios vacíos o si algunos planos subjetivos son verdaderos o falsos. A esto hay que agregarle un muy buen trabajo de sonido, especialmente fuera de campo, que hace que funcionen efectivamente los jumpscares, generando la sorpresa necesaria para hacer avanzar la trama.
En conclusión, “El hombre invisible” es una película que aprovecha el formato del cine de género para tratar un tema de actualidad, como es la violencia doméstica. Y lo logra de forma efectiva, porque el suspenso mantiene activo al espectador y hace que se ponga en el lugar de su protagonista en lugar de mantenerlo en una actitud pasiva y aburrirlo con discursos bien intencionados, pero que no generan el mismo efecto.
PATRICIO FERRO
