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Llamas de venganza (Firestarter, Estados Unidos 2022). Dirección: Keith Thomas. Guion: Scott Teems, basado en la novela de Stephen King. Protagonistas Ryan Keira Armstrong, Zac Efron, Sydney Lemmon, Michael Greyeyes, Gloria Reuben y Kurtwood Smith. Duración: 94 minutos.
Llamas de venganza es una nueva adaptación de Ojos de fuego, novela de Stephen King llevada al cine en 1984, protagonizada por Ryan Keira Armstrong, una actriz infantil de una larga trayectoria para su edad. Acompañada de Zac Efron, Sydney Lemmon, Michael Greyeyes, Gloria Reuben y Kurtwood Smith, entre otros. Todos ellos dirigidos por Keith Thomas.
En primer lugar, es necesario aclarar que la película difiere bastante de la obra literaria que le da origen, y aunque la historia mantenga una coherencia interna, tiene serios problemas estructurales que le juegan en contra. Es así como durante un extenso primer acto se nos presenta a Charlie (Armstrong), una niña con el poder de crear fuego con su mirada, razón por la que junto a su familia se esconden de una organización gubernamental llamada La Tienda. Pasando a un segundo y tercer acto muy cortos, en el que luego de ser encontrados deben huir del agente Rainbird (Greyeyes), que tiene la misión de capturarla con vida.
En segundo lugar llama la atención la mala elección de Zac Efron como coprotagonista, que se ve reflejada en una mala actuación, cuya inexpresividad no genera la empatía necesaria con los espectadores, y no cumple la función de servirle de punto de vista. Así como tampoco resultan verosímiles los efectos en los que las cosas y personas se prenden fuego, porque se recurre al corte entre un momento y otro, que resulta precario.
Aunque hay que rescatar la banda sonora, a cargo de Jody y John Carpenter (quien además como director es un maestro indiscutido del género), cuyos sintetizadores propios del cine de terror ochentoso generan suspenso en las escenas que Rainbird entra en acción. Y la escena de créditos iniciales, en las que se resumen simulando material de archivo grabado en VHS los experimentos a los que fueron sometidos los padres de la protagonista.
En conclusión, Llamas de venganza es una adaptación fallida de la interesante novela de Stephen King, en las que las buenas ideas no alcanzan a suplir las malas decisiones de puesta en escena. Quedando, igual que la remake de Carrie (Kimberly Peirce, 2013), como otra readaptación cinematográfica olvidable de un clásico del cine de terror.
PATRICIO FERRO