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Avatar: el camino del agua (Avatar: The way of water, Estados Unidos, 2022). Dirección: James Cameron. Guion: James Cameron, Rick Raffa y Amanda Silver. Protagonistas: Sam Worthington, Zoe Saldana, Stephen Lang, Sigourney Weaver, Cliff Curtis y Kate Winslet. Duración: 192 minutos.
Avatar: el camino del agua es la secuela de la película del 2009, escrita y dirigida nuevamente por el ganador del Oscar James Cameron. Que vuelve a contar con Sam Worthington y Zoe Saldana en los roles protagónicos, acompañados también por Stephen Lang y Sigourney Weaver, a los que se suman Cliff Curtis y Kate Winslet, entre otros.
En esta ocasión, Jake Sully (Worthington) convertido en líder de la resistencia contra una nueva invasión humana, y Neytiri (Saldana), deben abandonar los bosques de Pandora para refugiarse junto a su familia en las costas. En las que deben adaptarse a la forma de vida de los nativos del lugar, gobernados por Tonowari (Curtis) y Ronal (Winslet), además de unirse a ellos en combate contra las tropas del General Quaritch (Lang).
En primer lugar es necesario aclarar que esta es la primera de una serie de secuelas, ya que la intención es expandir el universo diegético en el que transcurre la historia a una escala épica. Sumando así una gran cantidad de personajes nuevos cuyo arco dramático queda abierto con el objetivo de que se conviertan en los próximos protagonistas y se dejan una serie de interrogantes sin respuesta, a diferencia de su antecesora en la que el conflicto principal era resuelto.
Un párrafo aparte merece la fotografía, a cargo de Russell Carpenter, cuyos 48 fps y sus tres dimensiones ofrecen un espectáculo asombroso en el que el espectador puede disfrutar de la belleza y espectacularidad de las imágenes en las que se saca el máximo provecho posible de la profundidad de campo. En las que juega un papel fundamental el uso de los efectos visuales creados por CGI, especialmente en la verosimilitud que otorga la expresividad de los actores que interpretan mediante captura de movimiento estos personajes extraterrestres conocidos como na’vi. Y un diseño de producción que marca nuevamente un fuerte contraste entre la tecnología de punta, con una estética futurista, que invade una civilización que vive en un contacto constante con la naturaleza de su planeta, similar al nuestro.
En conclusión, Avatar: el camino del agua demuestra una vez más que James Cameron es un director que pudiendo hacer la película que quiera vuelve a optar por una que asombre y entretenga a los espectadores. Dejando en claro además que se puede hacer cine de autor utilizando los presupuestos más altos de Hollywood, porque lo que lo define como tales es la estética y la temática que abordan a lo largo de su obra.
PATRICIO FERRO