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Mansión embrujada (Haunted Mansion, Estados Unidos, 2023). Dirección: Justien Limien. Guion: Kattie Dippold. Protagonistas: LaKeith Stanfield, Rosario Dawson, Owen Wilson, Chase Dillon, Tiffany Hadish, Dany DeVito y Jared Leto y Jamie Lee Curtis. Duración: 123 minutos.
Mansión embrujada es la segunda vez que Disney lleva al cine una película sobre la atracción de su parque de diversiones. Dirigida por Justin Simien, y protagonizada por LaKeith Stanfield, Rosario Dawson, Owen Wilson, Chase Dillon, Tiffany Hadish, Dany DeVito y los ganadores del Oscar Jared Leto y Jamie Lee Curtis, entre otros.
La historia se centra en Gabbie (Dawson), una madre soltera que se muda junto a su hijo Travis (Dillon) a una mansión abandonada en Nueva Orleans. Pero como son acosados por los fantasmas que la habitan, buscan un grupo de expertos de diferentes profesiones para que los ayuden a exorcizarla.
El principal problema de esta película es lo desordenado de su argumento, ya que tiene una estructura coral, en lugar de que el peso dramático recaiga sobre una pareja protagónica. Ya que algunos personajes, como el Padre Kent de Owen Wilson y el profesor Davis de Danny DeVito, por ejemplo, podrían haberse fusionado en uno solo que cumpla la función de mentor, investigador y comic relief al mismo tiempo. Así como también fusionar a los personajes de Harriet (Haddish) y Madame Leota (Curtis), ya que ambas cumplen la función de videntes que explican el funcionamiento de las reglas del universo diegético.
Un párrafo aparte merece el desaprovechamiento del potencial de los efectos visuales para desarrollar tanto escenas de gran espectáculo, que vendan la atracción, como gags efectivos que generen risas en los espectadores. Limitando estos efectos a escasas escenas de corta duración, que finalizan abruptamente, a pesar de ser ingeniosas. Porque lo que parece importarle a su director es la subtrama, sobre la elaboración del duelo, con discursos propios del coaching en los que lo fantástico carece de cualquier otro tipo de fundamento cultural que lo sostenga.
En conclusión, Mansión embrujada es una película que no funciona en un nuevo intento de fusionar el terror con la comedia infantil, algo que sí logró con “Abracadabra” (Hocus Pocus, Kenny Ortega 1993) por ejemplo, porque reparte el protagonismo entre varios personajes. Además de desaprovechar su enorme potencial en cuanto a gags y escenas de acción, lo que no permite que el espectador conecte con lo que ocurre, largamente explicado, generando así desinterés.
PATRICIO FERRO